jueves, 29 de julio de 2010

El reino de las mil piruletas (3)

¡Hola! Venga, que esta semana ya va acabando, y muchos nos vamos ya de vacacioneees! (wiiiii)

Para hoy os traigo el tercer capítulo de la historia que está escribiendo Monii (primera parte aquí).

Sin más rodeos, ¡aquí lo tenéis!

piruletas

Capítulo 3

-Nunca he conocido a ningún italiano, en la corte decían que eran muy liberales...
-Perdona ¿has dicho en la corte?
-Upps se me ha escapado, ¿cómo puedo ser tan bocazas?-
-Eeehh… ¡No! ¿Cómo voy a decir eso...? Ni que fuera una princesucha pija de esas…
-Mejor, porque prefiero a las doncellas…como tú…-
¿Y ahora por qué me sonrojo? Sí vale me ha dicho que le gusto (que por cierto me encanta que lo diga con esa voz sedosa suya) pero, no le gustan las princesas…-
-Gracias, creo…jejeje
-No las merecen, oye ¿Qué tal si ahora te llevo a divertirte de verdad?
-¿A dónde?
-A un sitio que conozco bien.
No me lo creo, no me lo creo. ¡ESTOY CON EL CHICO DE MIS SUEÑOS DE FIESTA Y CON SU AMERICANA PUESTA! ¡Ay que me va a dar algo…!
-Mmm esto es un cambio comparado con el restaurante de antes.-Me estaba llevando a un local en el que la gente solo va a bailar y a divertirse, de esos a los que iban mis sirvientas en sus días libres.-
-Bueno si no te gusta también podemos ir a otro sitio, pero ninguno se puede comparar con este. Ponen las mejores canciones para bailar durante toda la noche.
-Entonces, ¿a que estamos esperando?-
¿Quién eres tú y que has hecho con mi otra yo mojigata?-
-Ese es el espíritu fiestero que buscaba…Por cierto ¿sabes bailar?-Ya entrando en el local me hacia esa pregunta.-
-Pues claro, estás hablando con una bailarina de ballet en sus mejores facultades.
-Enseguida lo comprobaremos -En ese instante me ponía en posición mientras sonaba música de salsa y me sonreía de una manera encantadora-.
Pero claro, para no variar, me empecé a lucir gracias a las clases de baile de Madame Latier. Aunque para ser sincera él tampoco lo hacía nada mal, ya que consiguió llevarme muchísimo mejor que cualquier otro bailarín con el que hubiese danzado antes.
-No mentías, sí que bailas muy bien.
-Gracias, tú tampoco lo haces mal-
Y mientras terminaba la frase la música cambió al tango.-
-Me encantan los tangos ¿a ti no?
-Sí, sobre todo si mi pareja es tan buena bailarina…
-este chico no dejaba de sorprenderme, además sus movimientos no eran los típicos movimientos de pies tan solitarios, no, sus pasos eran realmente gráciles.-
Ya terminadas una buena serie de todo tipo de música y bailes, nos fuimos a sentar en uno de los banquitos acolchados de la pared:
-Bueno, Miranda, cuéntame algo de tu vida… ¿Dónde vives?
-¿Qué donde vivo? Ehhh…pues…estooo…cerca del palacio…
-¿De verdad? Que guay ¿no?
-Bueno más que guay es un poco agobiante, ya que están todo el día de aquí para allá con los carruajes y todo eso…
-Pero aparte tiene que tener cosas buenas ¿no? Quiero decir, por ejemplo, seguro que te has colado en más de una de las fiestas snobs del palacio ¿me equivoco?
-Jejeje, sí, la verdad es que me he colado en algunas-
No sabes tú en cuantas guapito.-
-Deben de estar bien…
-Bueno te terminas cansando bastante de ellas…
-Eso sí que no me lo creo, ¿Cómo te cansas de estar con lo mejor del reino y con la mejor música y baile?
-Como se nota que no has visto las obligaciones que implican…
-No, ¿pero tú sí?
-Bueno más o menos, es que era amiga de la princesa...y cla-claro yo la veía siempre muy atareada en-en esas fiestas…Que si arreglándose el vestido, que si saludando a la gente, que si acompañando a la gente ense-señando el palacio…
-Bueno la verdad es que cuando yo he estado en esas fiestas la princesa no parecía muy agobiada…
-¿Has estado en una de mis ¡Digo! De las fiestas de la princesa?
-En la última que dio...y si te digo la verdad sentí que no me iba a llevar nunca bien con ella.
-Pues yo creo que os llevaríais muy bien…Pero, si has ido a una de esas fiestas es que eres de alto cargo estamental ¿no?...
-Hombre quien dice de alto cargo… La verdad es que mi padre es de la aristocracia italiana, ¡pero eso no significa que tengas que soportarme porque ocurra eso!
-No te preocupes, si al final de la noche no me caes bien te daré largas…
-Jajajajaja…Oye ¿Dónde has estado el resto de mi vida?
-Jejejeje… ¿Y estas de visita o has venido para quedarte?
-Bueno…En verdad ‘’supuestamente’’ estoy aquí de visita, porque mi padre necesitaba pedirle algo a la reina…
-Y ese algo es…
-Es un asunto muy complicado…-
Me contestó con voz melancólica y distante.-

Podéis contactar con ella vía:

¡Un beso! ^3^

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